Hay días que me despierto con la sensación de «Bonus Extra»… Como si me diera cuenta de que se me ha regalado la vida de nuevo.

Esta sensación matutina tan desbordante suele ocurrir después de una noche en la que has dormido tan profundamente que tu contacto con el mundo ha sido nulo. Casi como una muerte.

Irse a dormir puede ser el momento en el que un@ suelta todo lo vivido, sentido, pensado y hecho ese día. Puedes dejar morir tus ideas sobre las cosas, la vida, el mundo, sobre ti mism@… Es una oportunidad extraordinaria que se nos ofrece todos los días.

Es un gesto interno en el que un@ se dice a sí mism@:
«Bueno, aquí se queda todo lo experimentado hoy, todas mis conclusiones, mis interpretaciones de lo sucedido, los sentimientos expresados y los callados también. Aquí se queda lo dicho y lo que no ha llegado a decirse; Hasta aquí lo pensado e imaginado HOY… Me voy a dormir sin todo eso o me lo llevo para que muera mientras duermo.
Mañana, si abro los ojos, todo empezará de nuevo. No tengo la menor idea de qué pensaré, sentiré, haré, diré…no sé qué experiencias se me ofreceran e iré descubriendo los pensamientos, argumentos, ideas, interpretaciones del día a medida que vayan surgiendo. Y únicamente tendrán un valor relativo, porque sé que tienen sentido HOY, mañana NO LO SÉ.»

Vivir dejando morir todo lo que creemos saber cada noche es un lujo gratuíto, disponible para tod@s, TODOS LOS DÍAS…

Beneficios?
Una vida creativa y llena de posibilidades, que no está sometida a tus límites mentales personales.

La vida es fresca, es creativa (absolutamente nueva todo el tiempo) y nuestras mentalidades son viejas, temerosas, limitadas, estructuradas… Así que: o dejamos morir nuestras mentalidades o no podremos vivir la vida como realmente es.

Deja que todo se muera un poco (o mucho) cada noche.

LA VIDA NO PUEDE VIVIRSE PLENAMENTE DENTRO DE NUESTRAS MENTALIDADES.

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